EQUIPO DE BICICLETA DE MONTAÑA
El equipo necesario depende, por supuesto, de la salida que se planee. Cargar el
kit completo de herramientas especializadas no será muy cómodo para ir hasta
la esquina a comprar el pan, pero resulta imprescindible si se encara una travesía
de una semana
Para una salida sencilla alcanza con una bicicleta, un casco y muchas ganas de
pedalear. El casco es condición sine qua non, tanto en rutas y caminos como en
la montaña. Los hay para todos los gustos, muy livianos y ventilados.
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La gama de accesorios es enorme; lo básico es llevar siempre un buen inflador,
un destellador (luz de posición trasera) y una caramañola (cantimplora)
liviana. Para travesías de más de un día se hacen necesarias las alforjas
traseras montadas sobre portaequipajes –que pueden reemplazarse por una
mochila mediana- y una buena linterna. En trayectos de montaña, las barras end
o cuernos en el manubrio resultan cómodos para descansar las muñecas, y ayudan
a manejar la bici en las subidas. Finalmente, el cuentakilómetros es un
complemento fundamental para planificar trayectos largos, ya que permite
ubicarse todo el tiempo en el recorrido.
Las herramientas merecen un párrafo aparte. Siempre que se planea alejarse unos
kilómetros de la civilización, conviene estar preparado para convertirse en
mecánico de la propia bici en caso de tener algún contratiempo. Un equipo básico
incluye llaves Allen, llaves planas, llave francesa, pinza, quita piñón,
tirarrayos, destornillador, cortacadenas, dos o tres rayos de diferentes
medidas, dos cámaras de repuesto y un kit para pinchaduras (parches,
desmontadores, pegamento). Actualmente existen también herramientas multiuso
especiales para ciclistas, que condensan una gran variedad de elementos en un
espacio muy reducido.
Aunque la bici no exige una vestimenta específica, conviene estar lo más cómodo
posible. Lo ideal es usar ropa de tejido sintético, que permite mantener el
calor y eliminar la transpiración (nunca prendas de algodón, porque se empapan
muy rápido de sudor). En verano alcanza con una calza y una casaca de ciclista,
mientras que en invierno son recomendables tres o cuatro capas de ropa. En
cualquier época, es importante llevar guantes cortos para proteger las manos de
las caídas (sobre todo en salidas por la montaña) y algún rompevientos
impermeable, para evitar que un chubasco arruine la salida. El calzado específico
para ciclistas resulta también muy útil, porque permite enganchar el pie al
pedal. Otra opción son las punteras, que pueden agregarse a las botas de
trekking.
Por último, un minibotiquín no ocupará demasiado espacio, y puede ayudar a
salir de un apuro. Un poco de desinfectante, algodón, gasas, loción para las
picaduras y crema antiinflamatoria nunca están de más. Y ahora sí, ya está
todo listo para cargar las alforjas y salir a los caminos.