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¿Cómo, pues, es posible que un país hubiese admitido tantas bandadas de gentes extrañas sin que quedase alguna memoria de su establecimiento? Si se admitieron por lástima y humanidad, ¿quién lo hizo, dónde se firmaron los pactos de su admisión? Y si ganaron sus brañas a punta de lanza, ¿cómo es que no ha quedado vestigio, memoria ni tradición alguna de este suceso? Desengañémonos; el intento de dar a estas gentes un origen distinto del que tienen los demás pueblos de Asturias, es tan ridículo, que me haría serlo también si me detuviese más de propósito a desvanecerle.
(...) La lengua de los vaqueiros es enteramente la misma que la de todo el pueblo de Asturias: las mismas palabras, la misma sintaxis y mecanismo del dialecto general del país. Alguna diferencia en la pronunciación de tal cual sílaba, algún otro modismo, frase o locución peculiar a ellos, son señales tan pequeñas, que se pierden de vista en la inmensidad de una lengua, y no merecen la atención del curioso observador. Lejos de ayudar este articulo para probar lo que se quiere, yo aseguro que él solo basta para establecer sólidamente la identidad del origen con los demás pueblos, cuyo dialecto, derivado de unos mismos y comunes orígenes, hablan y conservan.
BIBLIOGRAFÍA
De la carta novena" de Gaspar Melchor de Jovellanos perteneciente a su Viaje por Asturias.
Cortesia alumnos del colegio publico valdes salas "homenaje a los vaqueiros"
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