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Desde Llanes a través de la carretera nacional 634, dirección Santander nos dirigimos al pueblo de Puertas de Vidiago a unos 8 Km. de la Villa.
Una señal informativa a mano derecha nos indica la proximidad del Monumento Nacional, en este lugar podemos dejar nuestro vehículo, y dar comienzo a nuestra pequeña ascensión.
Tras atravesar el pueblo, con sus tradicionales casas, comenzaremos la ascensión de la parte accidental de la Sierra Plana de la Borbolla. A nuestro alrededor impresionantes castaños, fresnos y robles que nos van marcando este serpenteante camino, invadido por las raíces que afloran a lo largo de él, eucaliptos, pinos y algún abedul le dan ese toque rural típico de nuestra zona. Las rocas de arenisca incrustadas en el sendero, emergen hasta su culminación a los mismos pies del colosal monolito "Peña Tú". Junto al ídolo empiezan a desarrollarse algunos ejemplares jóvenes de roble, abedul y castaño. Este ídolo fue declarado Monumento Nacional Prehistórico de alto interés en 1.923.
El enorme bloque de blanca arenisca silícea, de casi 4 metros de altura y 1,35 metros de ancho, erguido en lo alto de la colina, con extraña forma, ofrece al viajero la imagen de una gigantesca cabeza "la cabeza del gentil" (como antiguamente se le conocía en el lugar).
El dolmen del periodo neolítico, en plena Edad del Bronce (en torno al 1.800 a.C.) demuestra el sentimiento artístico y religioso de los hombres que moraban estas tierras. Peña Tú monumento rupestre expone la representación idealizada de un individuo y de un puñal o espada acompañándole, a su alrededor varias figuras parecen bailar ante otra, que porta un bastón en sus manos, completándose con varios grupos de puntos. Estas pinturas son las primeras que se conocen situadas al aire libre en toda la Cornisa Cantábrica,
El carácter funerario-religioso del ídolo, está respaldado, con el hallazgo de 36 túmulos funerarios en la Sierra de la Borbolla.
El extraño ídolo dió pie a numerosas leyendas populares, una de las mis llamativas versa sobre un druida. Este personaje sabio en asuntos del cuerpo y del alma iba paseando un día por el bosque en busca de plantas curativas y descubrió la curiosa roca. Pensó que era una señal divina, procedente de la Diosa Blanca a la que el pueblo veneraba, y en homenaje a ella, encomendaron al artista de la tribu su decoración.
Dejando atrás leyendas, el ídolo tuvo suma importancia para los hombres que habitaron estas tierras, a pesar de que su descubrimiento no es relatado hasta 1.913 en que lo documentan el Conde de la Vega del Sella, Hernández Pacheco y Juan Cabré.
Desde estos parajes el viajero podrá admirar la rasa costera, con el mar Cantábrico al fondo y en contraste con la Sierra del Cuera al sur.
El acceso es libre todos los días del año, pero existe una guardesa Mercedes San Miguel con la que se puede contactar en el pueblo de Puertas.
Como dato anecdótico anotamos que en 1.860, el llanisco D. José Posada Herrera ya poseía en Madrid un álbum con una fotografía de Peña Tú.
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