Cruzando el canal principal de la ría nos dirigimos hacia El Bornizal, el islote arenoso de uso restringido donde podemos desembarcar en la playa pero no adentrarnos. Aquí podemos observar los prados de hierba salada (Spartina marítima) así como matorrales de sosa prima (Suaeda vera). Es posible divisar aquí al ave emblemática de la ría, el zarapito real.
Continuamos navegando por La Encienona de Selorio, un canal situado en la parte sur del islote, y nos dirigimos hacia la Playa de Misiego, la zona del estuario con mayor cantidad de arena, cerca de la desembocadura. Quedan algunas dunas y es una de las mejores áreas para observar aves: garzas, cormoranes, archibebes, agujas, gaviotas, ánade azulón...
Cuando nos encontremos con una discontinuidad que hay en el espigón que delimita el canal principal de la ría lo atravesamos, viramos a la izquierda y comenzamos a remontar la ría por el canal principal. Estamos en la llanura fangosa, compuesta por materiales procedentes de los ríos. Aquí podemos observar, cuando baja la marea, grandes extensiones de seda de mar estrecha (Zostera noltii) y seda de mar ancha (Zostera marina), ésta última mas cubierta por el agua y mucho mas escasa.
Llegamos así a la altura del Club Náutico Albatros, centro recreativo privado inconfundible por sus espigones y por las embarcaciones deportivas. Aquí nos encontramos con la Isla Monasterio, plantada de eucaliptos, especie no autóctona. Enfrente del Albatros hay una gran casa blanca llamada La Enciena. Cuando sube la marea queda literalmente dentro de la ría y en ella se filmaron varias películas. Se conserva en ella un molino de marea que se utilizaba para hacer harina de maíz. A partir de aquí el canal se va estrechando y llegamos rápidamente al Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa, cuya visita, de gran interés didáctico, recomendamos en otro momento. En esta zona observamos con frecuencia garzas, cormoranes y hasta un ejemplar de águila pescadora.
Una serie de prados que vamos dejando a nuestra izquierda, elevados tras un dique grisáceo, reciben el nombre de porreos y son terrenos arrebatados por el hombre a la ría hace mas de un siglo para dedicarlos a la agricultura y ganadería. Los diques sobre los que descansan los porreos estan reforzados por el arbusto Tamarix gallica, plantado por el hombre para tal objeto. Los porreos constituyen un lugar predilecto de la mayoría de aves del estuario. Progresamos hacia la Fábrica de Sidra El Gaitero; a partir de aquí disminuye mucho la salinidad del agua y observamos un evidente cambio en la vegetación que nos rodea. Abundan ya los juncales y cañaverales. En las zonas mas inundadas vemos cañaverales anfibios (Scirpus maritimus) y en las emergidas juncales marítimos (Juncus maritimus) La Fabrica de El Gaitero, fundada en 1897, es “famosa en el mundo entero” por su sidra achampanada. Pasamos al lado de su muelle y veremos el esqueleto de una gabarra hundida utilizada en su día para la exportación de sidra a Sudamérica. |