|
|
Fauna de nuestro entorno Fluvial
Las aguas rápidas de los ríos asturianos no permiten el desarrollo de una cubierta vegetal apreciable más que en las riberas terrestres y en los remansos poblados de la flora característica de charcas y otras áreas de aguas lentas o paradas.
Sin embargo, los ríos asturianos disfrutan de una rica fauna piscícola entre la que destacan especies como la trucha (Salmo trutta) o el salmón (Salmo salar), cuyo estado poblacional permite aún la práctica de la pesca deportiva.
Más escasa es la lamprea (Petromyzom marinus), especie migradora que pasa gran parte de su vida en aguas oceánicas y regresa a los ríos asturianos llegado el momento de la reproducción. Su preocupante estado poblacional ha propiciado su inclusión en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada como especie vulnerable.
Por último, debe destacarse la singular presencia del mejillón de río o margaritífera (Margaritifera margaritifera).
Molusco de gran tamaño y longevidad que ha desaparecido de los ríos de gran parte del sur de Europa. Hasta hace poco se había citado exclusivamente en los ríos gallegos. Sin embargo, recientes prospecciones han podido constatar su presencia en los cauces del Esva y El Narcea.
Otra especie moradora habitual de los ríos asturianos debió de ser el cangrejo de río de patas blancas (Austropotamobius pallipes lusitanica), especie que en algunos puntos de la península se había descrito como parte esencial de la dieta de la nutria.
Sin embargo, en 1974 se importó de Norteamérica el cangrejo de río americano (Procamarus clarkii) para su introducción en las Marismas del Guadalquivir. Desde entonces, la especie foránea a desplazado a la autóctona de gran parte de los cauces peninsulares y extendido por todos ellos la denominada peste del cangrejo o afanomicosis, enfermedad causada por el hongo (Aphanomyces astaci) a la que el cangrejo americano es inmune y que ha diezmado las poblaciones autóctonas de los ríos europeos.
Fuente:Gobierno del Principado de Asturias
|
|
|