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Tecnicas de Pesca de la trucha de rio
Las condiciones de captura de trucha de río y reo se establecen anualmente a través de la Normativa de Pesca en Aguas Continentales. No obstante, es habitual un periodo hábil de pesca que va de mediados o finales de marzo a finales de agosto, con algunas excepciones: en las zonas calificadas como salmoneras o de alta montaña, la apertura de la temporada suele retrasarse hasta mediados de mayo y, en las zonas de pesca sin muerte, el cierre suele retrasarse hasta finales de septiembre. También sufren variaciones los periodos de pesca en los cauces compartidos con otras Comunidades Autónomas.
La normativa de pesca en aguas continentales fija la talla mínima en el 2004 en 19 cm, con carácter general para ambas subespecies. No obstante para el reo en el río Eo es de 30 cm y para la trucha en las zonas salmoneras de las cuencas del Eo, Deva-Cares, Sella, Nalón-Narcea, Bedón y Purón, se establece en 21 cm. El cupo máximo suele fijarse en 10 ejemplares por pescador y día, considerando en conjunto las capturas de trucha y reo y 8 ejemplares en zonas salmoneras.
En cuanto a las artes de pesca habituales para la trucha se emplean tanto las de lanzado ligero, como es el caso de la cucharilla o el pez artificial, el cebo y a mosca. Los cebos se emplean tanto con carrete como sin él. Este último caso es del método denominado “a punta de vara” o “a la allerana”, constituyendo un método de pesca característico en Asturias y que también se utiliza con mosca seca. En la pesca a mosca se usa tanto la denominada “mosca clásica” o “cola de rata” como la “mosca ahogada”, “buldó” o “leonesa”. Esa última es la mosca tradicional en España, en la que se usa un flotador lastrado con forma de burbuja (“buldó”) y un aparejo de mosca fabricada con pluma de gallo de León.
Fuente:Gobierno del Principado de Asturias
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