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Biología de nuestras truchas
La trucha se adapta a multitud de ambientes acuáticos, siempre que se trate de aguas frías, limpias y bien oxigenadas.
La talla suele relacionarse con la velocidad y temperatura de las aguas. Así, en aguas rápidas y frías de montaña son frecuentes ejemplares de pequeño tamaño, en torno a los veinte centímetros, en cambio en aguas lentas y embalses pueden llegar a rebasarse con frecuencia los treinta centímetros. Sus costumbres son muy territoriales e incluso agresivas, los adultos no permiten la presencia de otros individuos en su cercanía.
La parte principal de su dieta está formada por invertebrados bentónicos y pequeños insectos. No obstante, las grandes truchas que se crían en zonas de aguas lentas pueden consumir animales de gran tamaño, principalmente anfibios, e incluso adquirir hábitos caníbales, predando sobre alevines, juveniles y adultos de menor talla.
La freza tiene lugar a finales de año. Para ello las truchas se desplazan a áreas de aguas rápidas con abundantes graveras. En los grandes ríos de la península pueden producirse desplazamientos migratorios de cierta entidad. Sin embargo, en los ríos asturianos, mayoritariamente de aguas rápidas, los desplazamientos son de muy corto recorrido, limitándose a cortas penetraciones en los afluentes de los ríos de mayor caudal.
La forma migradora, el reo, tiene un comportamiento anádromo. Durante la primavera los juveniles de dos años que habitan la cuenca baja de los ríos adquieren una tonalidad plateada y se desplazan al mar, utilizando principalmente estuarios y área marinas no muy alejadas de la costa. Lo más común es una permanencia en el mar de entre uno y dos años, menos frecuentemente aparecen reos de tres o cuatro años de vida marina y tamaño parejo al del salmón.
Los cambios morfológicos entre la vida marina y la fluvial son mucho menos acusados que en el salmón. Por ello, los reos reproductores son capaces de alimentarse en el río y suelen sobrevivir a la freza, regresando al mar en buen estado sanitario.
La vida marina proporciona al reo una carne asalmonada que le hace muy apreciado como objeto de pesca.
Fuente:Gobierno del Principado de Asturias
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